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Mini Motorways – Una joya que no debes dejar pasar

Mini Motorways – Una joya que no debes dejar pasar

El estudio Dinosaur Polo Club vuelve con Mini Motorways, una secuela del popularísimo Mini Metro, que ha vendido más de cinco millones de copias. Esta vez, el juego de estrategia te lleva a gestionar el tráfico de las principales capitales del mundo.

Totalmente en 2D, el juego presenta una interfaz muy pura, compuesta por baldosas horizontales, accesos directos para lanzar los niveles, las ciudades, empezando por la primera, Los Ángeles. En total, hay once metrópolis que se pueden desbloquear: Pekín, Tokio, Dar es Salaam, Moscú, Múnich, Zúrich, Manila, Río de Janeiro, Dubai y Ciudad de México. A la izquierda, se proponen dos retos: diario y semanal. Además de las clasificaciones de cada ciudad, las burbujas de colores de arriba permiten lanzar el mapa en tres modos: en color, en negro y en blanco.

El objetivo es sencillo y consiste en mantener las ciudades en movimiento entre las casas y los centros del mismo color conectándolos con carreteras. El diseño es libre en el espacio de juego pero, como el número de caminos es limitado, cada sección debe servir para un propósito. Hay tres herramientas que ayudan a gestionar los vehículos locos: los semáforos alternan el tráfico en un cruce, la rotonda suaviza los cruces difíciles y la autopista proporciona un atajo rápido entre dos puntos fijos del mapa. También hay que tener en cuenta el terreno, que requiere túneles (para pasar por debajo de montañas) o puentes (para cruzar ríos).

Afortunadamente, el tiempo puede detenerse, congelando a los automovilistas para que consideren las mejores opciones sin estrés. Las carreteras pueden eliminarse y reconstruirse sin limitaciones para reorganizar el flujo urbano que, de otro modo, se volvería inmanejable. Sin embargo, la retirada de estas no es inmediata, un retraso que a veces puede tener consecuencias bastante catastróficas si no se prevén correctamente los atascos. Los días pasan y, cada fin de semana, se ofrecen elementos, a elegir entre dos paquetes que contienen de 20 a 30 carreteras, además de un posible comodín. El envío es aleatorio, no hay garantía de que la tan necesaria autopista se dé en el momento adecuado. Así que hay que lidiar con el azar.

El juego termina cuando los vehículos no llegan a uno de los centros con la suficiente rapidez y se acumulan los bolos. A continuación se registra la puntuación, se compara con una clasificación mundial y sólo queda volver a empezar con la esperanza de mejorar. Para inmortalizar el momento, una herramienta de captura de pantalla integra el mapa de la ciudad justo antes de que ocurra la catástrofe, creando una especie de postal con unos bonitos efectos, para que puedas compartir tu éxito en las redes sociales.

Aunque sea repetitivo, Mini Motorways es, sin embargo, ultra adictivo porque siempre existe ese deseo de hacerlo mejor, de probar algo más, de superar tu propia puntuación. Además, las casas y los centros aparecen de forma aleatoria en el mapa, lo que hace imposible anticiparse.  Por supuesto, con la experiencia te das cuenta de que es mejor evitar una determinada situación, o no conectar dos elementos de una determinada manera. Pero, en cierto modo, cada juego es nuevo y siempre habrá formas de hacerlo mejor.

Los retos también son una buena forma de renovar la experiencia: durante un día, todos los jugadores compiten en el mismo mapa, con los mismos modificadores aleatorios, en un único intento de ser el mejor…

Por menos de diez euros, ya sea en PC (Steam) o en Apple Arcade, un juego que hará las delicias de todos los amantes de los puzles (y las críticas extremadamente positivas no se equivocan).

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